¿Cuál es el seguro médico adecuado para mi? ¿A partir de qué momento debería cambiarme al seguro privado? ¿Y qué alternativas existen para seguros complementarios?
Empecemos por lo básico, y es que en Alemania por ley todos los habitantes tienen la obligación de tener seguro médico.
Los dos grandes pilares del sistema sanitario en Alemania constan del seguro de salud público (Gesetzliche Krankenversicherung – GKV) y el seguro de salud privado (Private Krankenversicherung – PKV).
El seguro de salud público (GKV) ofrece una cobertura suficiente, apropiada y económica; sin exceder de lo necesario, como podéis leer en el §12(1) SGB V.
Todo empleado con ingresos anuales inferiores a 62.550€ tiene la obligación de asegurarse en un seguro público (Krankenkasse). La cuota a pagar sigue un sistema social y va en relación a los ingresos de cada uno con la intención de redistribuir los gastos de los que más ganan a los que menos ganan, y de los solteros a los casados con hijos. Este cuota se calcula con el 14,6% del sueldo bruto más un suplemento dependiente de cada Krankenkasse que varía entre el 0,39% y el 2,2% (Zusatzbeitrag) con el límite de ingresos a tener en cuenta de 56.250€ (Beitragsbemessungsgrenze – BBG). Esto significa que la cuota máxima mensual de seguro médico básico para alguien que gana 56.250€ o más es de 684,37€, de los cuales el empleado paga la mitad y la empresa la otra mitad. A esta cuota hay que sumarle el suplemento de la Krankenkasse y la cuota del seguro de invalidez (Pflegeversicherung) de 3,05% para padres y madres y de 3,30% para quien no tiene hijos. Osea que en total podemos llegar a pagar 942,18 € mensuales por el seguro público.
Otro aspecto del seguro público es que ofrece un seguro para toda la familia (Familienversicherung), lo que significa que tanto la pareja sin empleo como los hijos en edad escolar no pagan cuota extra sino que comparten el seguro del padre o de la madre.

Para completar la cobertura sanitaria tenemos la posibilidad de contratar seguros extras como el seguro dental (Zahnzusatz), el de tratamiento ambulatorio (Ambulant) y el de permanencia hospitalaria (Stationär). Aquí varían las cuotas a pagar según la edad de entrada, el estado de salud inicial y la cobertura deseada.
El seguro de salud privado (PKV) es un contrato individual, por lo que la cuota mensual no varia por cuestiones de ingreso, sino que depende de la edad de inicio y del estado de salud en el momento de entrada en el contrato y por supuesto de las prestaciones que deseemos. Por este motivo es importante informarse de las posibilidades de cada uno desde temprana edad, ya que incluso hay ofertas para congelar el estado de salud cuando aún no es posible asegurarse de forma privada completamente.
Asegurarse de forma privada es posible para autónomos y funcionarios sin barrera de ingresos, y para empleados con un sueldo bruto anual mínimo de 62.550 € (Jahresarbeitsentgeltgrenz – JAEG). La cuota a pagar tiene un rango muy amplio y una de las ventajas que tenemos, es que es un solo seguro que cubre todas nuestras necesidades.
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